De bajos salarios e inconformidad.

Todos los que nos dedicamos a la docencia sabemos que los bajos salarios de nuestra profesión son más famosos que nuestra labor misma.

Algunos de nosotros optamos por sindicalizarnos, otros formamos nuestro propio proyecto emprendedor con miras a cobrar lo que creemos merecer. 

Es muy triste cuando los docentes por falta de iniciativa, o temor a lo desconocido nos quedamos en las aulas, comentando con otros colegas lo mal que nos pagan, lo difícil que es sobrevivir con estos salarios, porque dicho sea de paso no nos escucha solo nuestro colega si no también los niños y niñas, adolescentes o los grupos con los que trabajamos. 

Nuestra inconformidad docente se traslada a nuestros círculos familiares y amistosos, generando en torno nuestro ese aire de miseria y pobreza que entre otras cosas hace lucir mal a nuestra profesión. 

Hace unos años fuí contratada para trabajar impartiendo un curso de pedagogía y didáctica a un grupo de médicos que ejercían la docencia en una universidad y necesitaban las bases metodológicas, el horario para mí era sábado a la tarde y domingo a las mañanas, durante tres meses, viaje a esa universidad, recibí mi pago que no era mucho pero ayudaba con mis gastos ( y sí, protesté porque no sentía que me pagaran lo que merecía por tan extremo horario, traslado y actividad eran un grupo numeroso). 

Mi sorpresa fue mayúscula cuando descubrí que los médicos tenían que hacer el curso de manera obligatoria sin recibir pago alguno, y además si no lo aprobaban perdían su plaza docente en la universidad, muchos de ellos tenían pocas horas en hospitales de manera que ese ingreso les era útil. Al final yo estaba mejor pagada que muchos de ellos. 

Ellos no protestaron nunca por lo que estaban haciendo ahí, los que impartíamos el curso sí y mucho, cuando nos enteramos de su situación realmente nos sentimos mal por nuestra inconformidad. Este post no es un llamado al conformismo todo lo contrario, proteste donde haya que hacerlo, mejore su carta laboral actualizándose, vuelvase competitivo, sea emprendedor pero por favor no se queje frente a los estudiantes, por su bien y el de nuestra profesión.