Como docente, no puedo mĆ”s que solidarizarme con los miles de profesores despedidos en MĆ©xico, sufrir por mis queridos docentes salvadoreƱos que a diario son expuestos al asedio de las maras sin que nadie se preocupe por ellos, por los bajos salarios que tenemos los docentes en todos los paĆses latinoamericanos, por las promesas no cumplidas a otros tantos en otros paĆses, etc. Todos sabemos como estĆ” de mal el sector profesional de la docencia en cada uno de los paĆses donde usted, estĆ” leyendo este articulo. Ahora, pensemos ¿como afecta la psiquis personal y social de los docentes todas estas malas noticias?
No es raro que cada dĆa sean menos los que se inscriben para estudiar profesorado, no hay estĆmulos y el quehacer profesional de los profesores estĆ” siempre en entredicho; es de dominio popular la cantidad de horas que trabajamos, las que descansamos y el excesivo tiempo de vacaciones que tenemos, asĆ se nos juzga,nadie piensa que somos de los profesionales que nos llevamos nuestro trabajo a la casa, calificaciones, planificaciones, jornalizaciones, preparar las clases etc, es una profesión diferente con una forma de trabajo activa y visual en el aula, y pasiva oculta en el escritorio de nuestras casas.
Otros profesionales no tienen tan auscultada su profesión no sabemos cuanto descansan, cuanto ganan por hora y como les asignan vacaciones.
Planteado asĆ, miles de docentes terminan cuestionĆ”ndose su elección profesional, si es preferible cambiar de carrera, si vale la pena... todos los planteamientos personales, afectan su autoestima profesional y personal. Es clave que un profesional que trabaja con las generaciones que van a constituirse en el motor de un paĆs sean personas estables emocionalmente, cosa que se ve difĆcil a partir de la enorme presión social a la que somos sometidos.
Y no me siento feliz cuando mis amistades dicen "todos los profesores son una bola de inconformes, haraganes... tu no ehh", me duelen igual porque sƩ perfectamente que es lo que piensan tambien de mi.
Decirle a usted querido colega, que las cosas van a cambiar, no es cierto ni vĆ”lido, nuestra profesión nación en la antigüedad a manos de esclavos quienes "educaban" a los hijos de los pudientes,eran esclavos y no recibĆan ni pago, ni reconocimiento por ello, en la actualidad la modalidad laboral cambió, pero muchas otras cosas no.
Socialmente los profesionales docentes somos vistos como profesionales de segunda en relación a médicos o abogados, psicológicamente estamos muy afectados y personalmente cada uno lleva dentro una crisis existencial que no tendrÔ fin, porque cada administración gubernamental nos utiliza, para dar ejemplo, para llamar la atención o para desviarla.
Cuidemos de manera particular nuestra psiquis, que no nos afecte lo que pasa en el mundo, en el paĆs en mi centro de trabajo, esto fue lo que elegimos, nos toca llevarlo con respeto ese que nadie nos da, lo debemos rescatar a diario cada uno en su quehacer profesional.
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